1/12/10

Pechito tomado

Fui a la heladería con mi viejo y mi hermano. Con un escotazo.

Ellos se pidieron un cuarto, yo, un vasito (se viene el verano, vio).

A mí me sirven última, mi viejo y mi hermano ya acomodados en la mesita. Y el pibe de la heladería aprovecha, se hace el boludo, y mira. Qué lindo collar, me dice. Me miro: lo tenía incrustado justo justo en ese pequeño valle que nos hace el push up.

Sin saber qué decirle, si "gracias, es lo más lindo que me dijeron en este útimo tiempo" o "servime el helado, pajero de cuarta", enmudecí y miré para otro lado.

Me sentí bastante como una pata de jamón colgada de un restaurant de barrio, un cacho de carne en exposición.
Pero mi vasito traía zarpadamente más helado que el cuarto de mi hermano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario