17/11/11

Ser mujer

O de cómo un cliché puede derivar en una conducta.

Se pelearon la Vernaci y la Pais. Intrascendente? Seguro. Importante? Claro que no. Ilustrativo? Claro que sí.

La gente dice que no son femeninas. La gente habla un montón de pelotudeces, pero en este caso, eligieron decir que no son femeninas. Como si hubiera una manera inequívoca de ser femenina, como si ser femenina -eso que la gente entiende como- fuera deseado por todas las concha portantes, un mandato social que se nos impone.

Dos minas compiten por laburo, y resulta que no son femeninas.

Quizá porque una tiene la cuenca del Río Matanza en lugar de boca, y se despacha con comentarios de alto voltaje todos los días desde su programa radial. Seguramente no la ayuda ser apodada "la negra", todos sabemos que una mujer femenina se hace apodar por el diminutivo de su nombre o por Pipi, Peti, Rubia...

El nombre de la otra es nombre de tipo. Corta. Claro que estar en un programa de hombres, ocupando el lugar casi mítico de un hombre, y hasta con uniforme de hombre, la marimachea un poco. Como su contendiente, no tiene voz de pito y hace elegancia de un humor bastante ácido.

A ninguna de las dos les da miedo parecer inteligentes. Eso no es para nada femenino.
Y aceptémoslo: ninguna de las dos es linda.


Así que ya está: son dos machonas, mujeres fálicas según la psicología, minas que reniegan de su condición de hembras. No hace falta nada más para que algunos idiotas sueltos (que los hay, y de a montones) las condenen. Pero ellas tienen un as bajo la manga: se acusan mutuamente de ladronas de maridos, y ahí sí, son la apoteosis de lo femenino. De otra manera, estaríamos a pasos de afirmar que son lesbianas y que les cabe usar penearnés.

Todos sabemos que una se recibe de mujer cuando se pelea con una compañera de género...por un hombre.

Lo que ellas no saben es que a las demás, a las que preferimos ver personas y no pitos-tetas-conchas, a las que nos desagrada que nos cataloguen dentro de conductas generales que no practicamos, a las que estamos convencidas de que somos tan femeninas como las demás pero sin tanto remilgo, a las que sencillamente elegimos ser sinceras antes que clichés, en fin, a todas nosotras, NOS DESILUSIONARON.

Porque dos mujeres se pueden putear sin que sea una "pelea de gatas".
Porque dos mujeres se pueden pelear sin estar en un ring de barro.
Porque dos mujeres se deberían poder agredir sin ventilar minucias domésticas.

Y por sobre todas las cosas, porque ustedes dos, grandes rompedoras de modelos, podrían ser más pillas y dejarse de ubicar en el rol de mujeres del siglo XIX.

2 comentarios:

  1. Mis comentarios no suelen gustarte asi que ahi va...

    Una cosa es dos rubias peleando donde no importa lo que digan, solo queremos verlas en bolas de los pelos. Otra cosa es estas dos peleando, donde no se si quiero verlas en bolas. Eso si, prefiero verlas putandose por robarse maridos que por alguna otra gilada.

    Igual, si estuviesen buenas a punto caramelo yo me sentaría con pochoclo a ver rial y esperar el barro.

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